miércoles, julio 02, 2008

Cumpleaños numero 7 del conejito blanco

El jueves de la semana pasada estuvo de cumpleaños mi conejito blanco y cumplió 7 dulces años . El fin de semana anterior a eso me hizo prometerle que no faltaría a su once y yo como su padre , no le podría fallar . No al al menos con ello que a sus 7 años es parte importante e irremplazable de su mundo , como lo es su cumpleaños . Bueno , sería mentiroso si no reconociera que para mi tambien es importante y negara que cada 26 de junio recuerdo como si fuera ayer , con absoluta precisión , el día que nos vimos por primera vez . A ella le gusta oír como nació y a mi me gusta contarle como fue , así que en eso concordamos a la perfección . Como solo un padre con su hija amada podrían llegar a concordar .
Creo que no me equivoco al intuir que dentro de cada padre hay un Suddhodana en potencia . Suddhodana para aquellos que no lo saben era el padre del príncipe Siddharta (posteriormente conocido como Buda) . Por ende era un rey , de un reino pequeño , pero un rey al fin y al cabo . El rey desde que nació supo su hijo sería un maestro religioso , pero como cualquier padre quiso impedir esto , no porque fuera un mal padre , sino porque no quería perder a su único hijo viéndolo partir al camino del ascetismo . Aparte que a un rey no puede sucederlo cualquier hijo de vecino en el trono, sino que sólo su hijo varón . De modo que después de mucho meditarlo , llegó a la conclusión que el mejor modo de evitarle la tendencia a la religiosidad consistía en impedirle toda experiencia con el lado amargo de la vida, de modo que creó en torno a él una burbuja hermética hecha de placeres y sin el menor contacto con las realidades de la vida. Siddhartha creció en el palacio de su padre rodeado de lujos y comodidades. Cuando alcanzó la adolescencia se casó con su prima Yashodhara, con la que tuvo un hijo, Rahula. A Siddhartha comenzó a roerle la curiosidad por conocer cómo eran las cosas en el mundo exterior y pidió permiso a su padre para satisfacer su deseo. Suddhodana accedió, pero preparó la salida de su hijo ordenando que despejaran las calles de toda visión que pudiera herir la sobreprotegida conciencia del príncipe escondiendo por tanto los enfermos , los ancianos , los minusvalidos , el dolor y la muerte de sus ojos . No obstante sus cuidadosos arreglos , fracasó en su intención pues Siddhartha, aclamado por la multitud a su paso por las calles, no pudo dejar de percibir el dolor bajo sus formas más agudas . Ahi fue cuando Siddharta , que ya había sentido en carne propia los designios divinos que pesaban sobre sus hombros , terminó por convencerse . Y el rey vió triste como su hijo , su heredero , se fué de su lado , del lugar que tenía ganado por descendencia y se marchó para no volver nunca mas .
Creo que dentro de cualquier padre que quiera a su hijo está intrínsecamente el deseo de ocultar de los ojos de su hijo el dolor , el sufrimiento , la pobreza y todo malo que hay en el mundo . Y creo que ninguno , ni siquiera un rey , ha podido lograrlo . Por mucho que le hable del amor a mi hija , y de lo bueno y lo malo que son algunos hombres con la mujeres , sé que llegara algún wn que le romperá su corazoncito . Y el no poder evitar eso es una lata de la vida , ver sufrir a los que mas queremos sin poder hacer nada al respecto . Asi es la vida , larga , dura e injusta , pero a veces tras una espina se esconde el milagro de una flor . Por ello me esforzaré siempre en enseñarle a mi hija a vivir la vida como viene , que es lo mas que podré enseñarle para que no lo pase mal , para que aprenda a pararse sola cuando se caiga y yo no esté y para que de paso aprenda a ver el vaso medio lleno tambien . Y con ello podré esperar con tranquilidad que cada día de su vida sea mejor que el anterior .
Eso sería por hoy , feliz cumpleaños conejito mío , 7 años es un numero de buena suerte y espero que para ti lo sea especialmente . Y ojo que quererte , amarte , cuidarte e interiormente querer alejarte de todos los dolores de la tierra no me hace rey de nada , básicamente porque nunca pretenderé serlo tampoco.
de tu padre que te quiere y quiere verte siempre feliz
Cristián Ramos